miércoles, 10 de noviembre de 2010

El día "D": antes de la operación

Ese día jueves 4 de noviembre me levanté temprano, fui a cobrar un cheque y después fui a la isapre a ver los últimos detalles del presupuesto. Después de eso en mi bólido me fui rauda a la Clínica Las Lilas, donde tenía que estar a las 10.30 de la mañana.

Por mi cabeza pasaban muchas cosas, pero más que nada tenía ya mucha ansiedad de que la operación fuera luego y tratando de olvidarme del video que me mostró mi doctor, Álvaro Garay, de una manga gástrica. Ahí me venía toda la cobardía...

Nunca había estado en una cirugía, por lo mismo, no tenía mucha idea de siquiera la cantidad de papeles que uno tiene que firmar y cómo funciona todo: después te llevan en una silla de ruedas en tu habitación donde tienes que ponerte esas batitas en las que se te ve toda la espalda (¡sí, hasta la rayita! jeje) y ahí me hicieron un examen de sangre, me hicieron toda clase de preguntas. Y esperar.

Desde que llegué a la clínica estuve acompañada por mi papá, hincha número 1 de que me hiciera la gastrectomía. Él también me guiaba un poco sobre las cosas que iban pasando.

Ya casi sobre la hora de la intervención tenía demasiada hambre: el día anterior a la operación hay que tomar sólo líquido, los 4 días anteriores no hay que comer carnes rojas y el día mismo se llega en ayunas. Y yo pensaba ¡¡¡por qué no me comí antes esas galletas y el chocolate que están en mi casaaaaaaaa!!! Pero ya era tarde jeje.

Estaba tan preocupada de no comer algo indebido que llegué a soñar que comía una lasaña y que no podía operarme jajaja... y no sé por qué tenía la preocupación de que, por ejemplo, después del examen de sangre que hacen en la clínica me dijeran: "no se puede operar, está embarazada" o algo por el estilo jajaja.

Y llegó el momento: a las 15 horas me vino a buscar otra silla de ruedas y munida de los innumerables exámenes que tuve que hacerme para preparar la operación, me despedí de mi marido, mi papá y mi mamá que esperarían que saliera del quirófano.

En el sexto piso me subieron una camilla y después de las ya repetidas preguntas de una enfermera y el anestesista, me llevaron al lugar donde todo sucedería.

A esa enfermera, de la que no recuerdo el nombre, le tengo un gran agradecimiento: me preguntó si era mi primera cirugía y cuando llegamos a la sala de operaciones me explicó todo lo que ahí había, y a ratos me tomaba la cara o la mano y me decía "tranquilita, todo va a salir bien". Encontrarse con alguien con vocación en esos momentos tiene un valor incalculable.

Y después de que el anestesista me puso una vía en la muñeca y me introdujo aquél líquido adormecedor, me pusieron una mascarilla con oxígeno, que era como aire helado, y se me comenzaron a dormir los labios mientras veía esa típica imagen de las películas en las que uno ve la lámpara del quirófano. Y no supe más de mí.

3 comentarios:

  1. Hola, María Pastora. Por el relato me doy cuenta que la operación no fue nada de traumática. Todo salió perfectamente. Al final hay que agacharse un poco para soportar cuando a uno le dicen cuánto salió en la cuenta. Le comento esto, porque, en mi caso, he pasado ya las siete...marav...perdón operaciones. Mi guatita quedó al final como un mapa del archipiélago de las Guaitecas. Las primeras cinco fueron en Hospitales públicos. Sin embargo, puedo decir que me atendieron bastante bien por allá por los años 70. Lo cierto es que en la primera fue abrir, adosar inestino a la pared abdominal y cerrar(URGENCIA). Se me producía torción intestinal u obstrucción. Super doloroso, para qué le cuento. Viajando en tren a Santiago a un "Encuentro de Profesores de Filosofía", desde Angol. A la altura de Nacimiento ya comenzó todo cada vez más y más fuerte. Llegué a Santiago en posición horizontal. A la ambulancia, en dirección a la Posta Central. Atención de primera. En esos días el Presidente Salvador Allende pasó haciendo visita. Segunda operació y tercera, lo mismo y de urgencia nuevamente. En Angol, cuatro días sin hacerme nada y luego a Temuco en ambulancia. Un doctor de primera, a pesar de que me dijo que me operaría, pero que no sabía si me iba a salvar o no. Le dije, opere no más Doctor que yo tengo a Dios a mi lado. Todo salió perfecto, aunque fue largo el proceso.-¿Detalles? Cualquier cantidad. Hice hasta de Enfermero de mis compañeros de Sala. Después hubo dos más hasta que se acabó el problema y nunca más. Debo cuidarme eso sí de las manzanas duras, sobre todo. Las dos últimas fueron una tras otra, pero de Cáncer a la Próstata, hace ocho años. Ha pasado de todo, pero estoy luchando con el 50% o más que pongo yo mismo, siempre de buen humor y uno tiene que adoptar un sis tema de vida distinto. Nací de nuevo, como me dijo el Doctor. Nunca he tenido quimioterapias, sino con hormonas, las que dejé a los cinco años después, porque inflan. Uso siempre NONI y otras " yerbas". Me siento perfectamente, Gracias a Dios. Esta historia es más larga, pero esto es lo esencial. Hay que luchar, ponerse en manos de Dios y vivir tranquilo, de buen humor. Claro que vivo separado hace 12 años. Me ha paso de todo, pero tengo 3 hijos Ingenieros. Qué más puedo pedir-¿Verdad? Disculpe esta lata. Así es la vida. Hasta Pronto.

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  2. Hola! Estoy pensando en hacerme esta operacion y estoy viendo la clinica las lilas. Que tal fue tu experiencia de hospitalizacion en esa clinica? La atencion en buena, o relativamente buena?

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